MIGUEL DE MOLINA AL DESNUDO

DE WIKIPEDIA
Miguel de Molina nació en Málaga el 10 de abril de 1908. Fue criado por seis mujeres: su madre, su hermana y sus cuatro tías. De niño fue inscrito en un colegio de religiosos. Ya adolescente, llegó a Algeciras y trabajó de limpiador en un burdel. Un día, una de las prostitutas intenta acostarse con él, cosa que él rechaza como contraria a su naturaleza y, por ende, a su propia moral. Es decir, en ese momento ya tiene definida su orientación homosexual.
Sus mayores éxitos, El día que nací yo, Triniá, Te lo juro yo, La bien pagá y Ojos verdes. Ésta última, una de las más célebres coplas españolas, estrenada en el barcelonés ‘Café de Oriente’, posteriormente sería incluida por Concha Piquer en su repertorio. Molina fue uno de los puntales del género de la copla, con una personalidad única como intérprete masculino.
En 1942 se va exiliado a Buenos Aires
En 1992 el gobierno español le otorgó la orden de Isabel la Católica, reconociendo su contribución personal al mundo del arte en España.
Falleció en Buenos Aires, a la edad de 84 años. Fue enterrado en el porteño cementerio de la Chacarita, en el nicho Nº 397 del Panteón de la Asociación Argentina de Actores

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TEATRO PRINCIPAL DE ZARAGOZA-
ESTRENO 9 ABRIL 2015

Argumento:
De Miguel de Molina se puede decir que todos han oído sus canciones pero que muy pocos conocen la verdadera historia de un hombre que transformó la copla y transgredió el género patrio en la escena. En este espectáculo, un diálogo abierto con el público, Miguel se enfrenta a su pasado, pero desde nuestro presente, trazando un puente entre su mundo y nuestro entorno más cercano. La conmovedora historia de uno de los más singulares y arrolladores artistas de nuestro país. Un puñado de canciones y de emociones de un mito al desnudo: Miguel de Molina.

FICHA ARTÍSTICA

Miguel de Molina: Ángel Ruiz

Piano: César Belda

Texto: Ángel Ruiz ( Basado en la autobiografía «Botín de guerra» de Miguel de Molina y en entrevistas personales)

Dirección: Juan Carlos Rubio

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Gran minimalismo en el «mise-en-scéne», para que lo importante, lo que se trasmita, lo que llame la atención sea única y exclusivamente el actor, dando vida a Miguel de Molina y si acaso en algún momento el pianista que acompaña toda la obra y el «ayudante» que viene y va trayendo lo que el personaje le pide.

Cuándo sube el telón vemos sólo el escenario, sin decorado alguno, un piano y una silla alta con el letrero: Miguel de Molina. Enseguida aparece el pianista que toma asiento y va mirando el reloj, insistentemente, porque allí no llega nadie…así los primeros momentos, para la entrada triunfal de Miguel desde el fondo del teatro y ya con su verborrea, que durará hasta el final. No le gusta el sitio: poca decoración, ni las luces: oscuro, y su primera interpretación: La bien pagá. El desarrollo de la obra tiene como base que Miguel de Molina está dando una rueda de prensa ante multitud de periodistas que le preguntan y él va contando así su vida, desde su nacimiento, en el año 1908 en Málaga, hasta su muerte en Argentina, invitando a todos a visitarlo, si se tiene ocasión, en el cementerio de la Chacarita en Buenos Aires.

Cuenta la historia y desmiente habladurias sobre él; comenta sus relaciones con otros artistas del mundo de la copla y su especial relación, en particular, con Concha Piquer. Su admiración y mas que eso, por Federico Garcia Lorca y como una noche con él y con Rafael de León, crearon Ojos Verdes, una de sus grandes canciones (este detalle, tan preciso, no lo he localizado en bibliografia consultada…). La dificultades iniciales en ese mundo, lo famoso que acabó siendo y cómo tuvo que marchar de España por su condición de republicano y homosexual.

La interpretación de Ángel Ruiz excelente, muy cómico. La obra, escrita también por él, con una buena línea de guión. Con los amaneramientos necesarios, sin pasarse, con sus bailes, sus coplas, una buenísima voz, que deleitó al público presente que se rindió a la actuación. Introducen un momento de «cine» en el teatro: cine mudo para narrar una anécdota amorosa de Miguel de Molina.

En mi caso, al no ser un género musical que me llame la atención, lo viví «con menor intensidad». Pero gustó y mucho, por las ovaciones que recibió.

Por eso, a los que os guste la copla y si pasa por vuestras ciudades, os animo a acudir al teatro, a ver el espectáculo.

Unas pinceladas de lo que vimos, en este video de YouTube